viernes, 11 de diciembre de 2015

EL DEFORME MUNDO DEL BALÓN DEFORME

English: Football (soccer) ball. Español: Baló...
English: Football (soccer) ball. Español: Balón de fútbol. (Photo credit: Wikipedia)
Como es bien sabido el primitivo y verdadero balón de foot ball es el balón oval y a partir del primitivo balón los pioneros que siguieron las reglas de la Escuela de Rugby conservaron la ovalidad, mientras que los que optaron por prescindir del uso de las manos en el juego, lo que inevitablemente deshumanizó el mismo –ya que la manualidad fue esencial en la evolución de la especie humana-, sin embargo optaron por la esfericidad lo que simplifica su uso.
Ese balón deforme y reglamentario en el fútbol no es que prive de cerebro a quienes lo usan y  menos a quienes viven, y muy bien, de los dineros descontrolados que surgen a su alrededor, desde que pasó de deporte a espectáculo, el espectáculo por excelencia. Pero algunos de los protagonistas sobre el terreno de fútbol tienen comportamientos tanto dentro como, sobre todo, fuera de la cancha que nos hace dudar si dentro de sus cabezas las células grises han dejado paso al mismo material que mantiene hinchado el balón.
Un reciente affaire sobre un vídeo que ha causado un conflicto entre dos actores de esas representaciones balompédicas, con sus graves implicaciones jurídicas, me ha llevado a acercarme de nuevo a las orillas de ese obscuro mundo y a enriquecer mi vocabulario con una palabra que desconocía hasta ahora: candaulismo.
El candaulismo o la candalagnia son términos médicos que se refieren al impulso psicológico de un sujeto de exponer a su pareja sexual o imágenes de ella o el, ante otras personas con el fin de obtener gratificación erótica (Wikipedia).
No sé si este es el fondo de la cuestión en ese asunto, que solo parece reducirse a una estupidez infantil que ha generado la codicia de unos delincuentes profesionales –los delincuentes profesionales no descansan nunca-,  pero lo de enseñar a un colega “cómo nos lo montamos mi chica y yo” ha pasado en algunos vestuarios y hoteles de concentración, donde hay mucho tiempo ocioso o sea que, en vez de practicar el estudio y la formación para el post-fútbol o jugar al mus, que es bueno para la perspicacia, se practica el candaulismo.
Supongo que nadie admitirá haberlo hecho –yo no lo haría-, pero conviene recordar que al rey Candaules –que dio origen a la palabra por su afición a exhibir la intimidad de su señora-, su colega le birló la parienta y entre ambos dos se lo cepillaron, en el sentido fatal del verbo.


  

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