viernes, 11 de diciembre de 2015

LOS COLORES DE LA CAMISETA

Eibar
Eibar (Photo credit: Wikipedia)


No es la primera vez que se juega en horario dominical de rugby un partido de fútbol en el Estadio Municipal de Anoeta. Y la visita del actual primer equipo de la provincia fue la excusa para una reunión amistosa de rugbiers y para la inevitable comparación entre ambos juegos.

- Le das a un argentino el maillot del equipo de rugby al comienzo de su primer entrenamiento y cuando acaba ya se le han grabado los colores del club hasta en el alma -Nos decía Mikel Unzeta mientras salíamos de Anoeta para ir a comer el pasado domingo- ¡Me gusta cómo se transforman estos jugadores!
- No solo los argentinos. La camiseta de rugby es como la máscara del actor. Cuando te vistes de jugador de rugby te transformas en el personaje de jugador de rugby y te pasas a convertir en un rugbier -Galtzagorri responde, mientras nos apresuramos hacia la mesa que habíamos reservado-, y te vas a comportar como un rugbier, entrega sin límites por tu equipo, respeto a los contrarios, respeto al árbitro, respeto a los seguidores…
- Y si por error te dan una camiseta de futbolero, te transformas en un llorón protestón que solo piensas en tu ficha, en cómo conseguir que piten faltas inexistentes al contrario, engañar al árbitro, engañar a los espectadores… -El Barón de la Florida acaba de pecar en su conciencia, viniendo a ver el partido de fútbol, como nos lo ha recordado mil veces desde el previo desayuno-aperitivo-, aunque hoy no ha habido mucho de eso pero a este espectáculo del fútbol le falta algo, algo de combate de verdad.
- Es que el rugby -Unzeta, el eibartarra responsable de esta mañana por terrenos del balón redondo, explica-, tiene algo de aquellas viejas batallas que en realidad eran una suma de duelos individuales cuerpo a cuerpo que el fútbol no conserva, en el rugby cada jugador intenta ganar su duelo con el contrario de su puesto y que cada uno y todos de sus compañeros ganen su combate individual para obtener la victoria colectiva, por eso finge no estar lesionado para poder seguir aportando su esfuerzo o acepta la decisión injusta del árbitro para no privar de un soldado a su ejército…
- De todas maneras -El Barón de la Florida otea ya el figón en que vamos a recuperar fuerzas-, los de Eibar no deberían haber dejado escapar “vivos” a éstos de la capital.

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