domingo, 20 de agosto de 2017

BAJO EL EFECTO DE LA BOMBA

Aristide Labarthe se ha levantado esta mañana de domingo cuando el sol y el viento sur iluminaban el pasillo de la casa, se ha dirigido a la puerta para recoger el “Sud Ouest” arrojado sobre el “ongi etorri” del umbral. No ha cerrado la puerta y ha observado la calle silenciosa, Baiona recluida sobre sí misma. Ha comprobado en los titulares que no había sido un mal sueño: “Baiona toma un castigo en Perpignan”. El increíble 66-6 no había sido tampoco una alucinación, la cruda realidad se impone en su cerebro más encogido que su estómago. Repasado el artículo sobre la mesa de la cocina, el café y las tostadas han barrido los restos de las cervezas desesperadas de la noche, la boina con el escudo sigue colgada en el mismo clavo que el calendario “Orgullosos de nuestros colores”. El juego de las escaleras y de las serpientes de los aficionados del Aviron de todos los años.
- ¿Quién se irá el primero Etcheto o Berbizier? - Madame Labarthe ha cogido las ciruelas y las ha puesto sobre la mesa-, Creo que ninguno de los dos pasará en el banquillo mucho más allá de las navidades…
Baiona se prepara para el aperitivo del domingo, las campanas de la iglesia llaman a la misa de las 11 pero los habitantes de la ciudad no las oyen, están en el retrete evacuando sus emociones.

- ¡Abre la ventana, cariño!

No hay comentarios: