jueves, 26 de octubre de 2017

TARJETA ROJA

El Barón de La Florida fue uno de estos días a Bilbao para alguna gestión universitaria por causa del Erasmus que está realizando su hijo en algún país del norte de Europa y, como tenía tiempo y ganas, Hiruntchiverry le acompañó tanto en el bus como en el deambular por la villa, ambos iban comentando la actualidad.
- Ronan O’Gara, que parece siempre que no ha roto un plato, ha sido sancionado con la prohibición de entrar en la cancha y en el vestuario de los árbitros durante diez semanas, hasta el 31 de diciembre próximo, y el club se ha llevado una multa de 5.000€ por infringir la ética deportiva con sus comentarios sobre un árbitro.
- Dura lex sed lex y un entrenador debe ser el primero en cumplir los reglamentos del juego. El rugby exige que el principio de respeto al árbitro se cumpla tanto en el juego como fuera del juego y es incomprensible que gente con tanta experiencia como jugador pueda incurrir en esas tonterías.
Una pasarela, que parece de diseño sueco, viene a facilitar el cruce del Nervión desde cerca del museo hacia la universidad jesuítica.
- Aunque tanto los árbitros como las comisiones de disciplina sean personas y como personas puedan ser a su vez más infractores de la ética deportiva que los “disciplinados”.
- Pero en el rugby sabemos que para que el juego esté vivo primero hay que respetar la ley del juego y a quien la aplica y después ya se protestará o se recurrirá o se hará rugby de pasillos y despachos para cambiar las personas y las reglas.
- Estas broncas con los árbitros durante el partido y después entre bastidores o delante de la prensa nunca cambian la historia y solo sirven para generar nuevos problemas.
- Como cuando te sacaron tarjeta roja por preguntarle al árbitro si había perdido las lentillas.
- Lo hice de buena fe, por ayudarle, nada más.

(No tiene nada que ver con lo anterior pero se cruzaron con Gracia Querejeta que está dirigiendo una película que se rueda allí al lado, con Juana Acosta, Maribel Verdú, Antonio Resines… y como Gracia es casi de Hernani, su padre lo era, el Barón le saludó como si la conociera de toda la vida pero ella ni se enteró ni nada)

viernes, 20 de octubre de 2017

HAKA GLOBETROTTERS

- No aprovechar la oportunidad de que los All Blacks tienen que venir a Oviedo para organizar una “pachanga” ¡Qué pena! -dice el Barón de la Florida que se ha puesto el mandil de Nueva Zelanda que le regaló su mujer para su cumpleaños y está cortando en rodajas los calamares-. Aunque hubieran mandado a los suplentes de los suplentes de los que pasaban por allí cerca para jugar con los leones, hubiera sido un gran momento para el mundillo del rugby de por aquí.
- Para estas cosas no hay dinero ni imaginación para conseguir patrocinadores -Galtzagorri, que se ha puesto el maillot con la plateada hoja de helecho, comenta mientras echa todas las farfalle de la caja en el agua hirviendo-, aunque estoy seguro que más de un comisionista profesional ya lo había pensado pero se habrán movido tarde.
- A mí me parece que el jurado no tiene ni idea de todas maneras porque si hay un equipo que juega con el límite del reglamento, para mí, son los All Blacks -Murray, que se ha puesto el maillot escocés, el viejo y raído maillot que tiene desde tiempo inmemorial, dice y repone líquidos refrescantes, al menos fríos, a los dos cocineros sudorosos-, y además sin ninguna necesidad porque pasan por encima de los demás sin problema alguno ¿Y lo del haka? Ya se pasan de show, ya se pasan. Pero un partidillo en España no hubiera estado nada mal.
- El medio es el mensaje. Esa imagen de los ogros buenos del rugby que reciben un premio en un país de sus antípodas tiene una repercusión positiva en el mundo entero para quienes lo reciben y para quienes lo dan -Galtzagorri está ya dorando los calamares con el vino blanco, la salsa de tomate y la guindilla- ¡Sólo les faltaba hacer giras mundiales jugando partidos de exhibición! Esa es una ocurrencia gloriosa. ¿Antes no había un equipo de basket, los Harlem Globetrotters, que llevaban el basket por plazas de toros y así?
El Marqués de Altamira, que estaba poniendo la mesa en silencio, bebe algo para engullir el último filete de jamón que ha “robado”, e interviene
- Aquellos se traían de tournée hasta un equipo sparring para completar el espectáculo y cada 40 años les dejaban ganar un partido, creo, y aún funcionan por ahí. Espero que el rugby espectáculo no pase más allá de estas ceremonias de pompa y circunstancia
de hoy.



jueves, 12 de octubre de 2017

LAS LEYES DEL RUGBY

Después del partido, nos dirigimos al coche para regresar hacia el centro de la ciudad y, aunque no nos gusta a ninguno hablar del árbitro, hablamos del arbitraje, en realidad volvemos a comentar lo que ya hemos dicho durante el encuentro.
- Con el debido respeto -dice Galtzagorri con cierta ironía en su tono-, y sea dicho en términos de defensa, lo de las melés ha sido totalmente incomprensible ¿Por qué pitaba el golpe contra un equipo? ¿Porqué la siguiente contra el otro? Dicen que las reglas se modifican para salvaguardar la salud de los jugadores y facilitar la vida del balón, pero se aplican para favorecer a los más “listillos” y perjudicar a los “pardillos”.
- Hay tantas leyes que es imposible violarlas todas -El Barón de la Florida, que fue un especialista en coleccionar cartulinas de todos los colores en sus tiempos de jugador, añade-, pero infringiendo las leyes es como se consiguen que se cambien.
- Pero son los jugadores los que las infringen, los que no pueden infringirlas son aquellos que están elegidos para aplicarlas -replica Galtzagorri que es que más veces ha arbitrado de la cuadrilla-, cuando los jugadores infringen reglas pueden esperar un castigo por su rebelión, cuando las autoridades las infringen es arbitrariedad y es desequilibrar la balanza a favor de alguien y en perjuicio de otro siempre.
- Si William Web Ellis no hubiera cogido el balón con la mano no existiría el rugby -El Barón insiste en su jugada-, alguien tiene que ser el primero en romper la regla injusta.
- En crearla, porque el primer reglamento del fútbol nació 40 años más tarde por lo menos, coger el balón con la mano no estaba prohibido en la Escuela de Rugby, era simplemente peligroso -Galtzagorri saca los libros de reglas de la guantera e intenta enseñarlos pero nadie le hace caso-.
El Barón de la Florida suspira y mira hacia el horizonte, mientras concluye:

- De todas maneras, hay jueces tan incorruptibles que, por mucho que lo intenten, son incapaces de hacer justicia

jueves, 5 de octubre de 2017

BILBAO, BILBAO


El sol de otoño hace brillar la coraza del Museo cuyo nombre se pronuncia de infinitas formas diferentes. Las torres acristaladas y otras obras maestras de los arquitectos más premiados que se puedan encontrar en la tierra forman el paisaje que envuelve a una empequeñecida pareja de amigos que se dirige a alguna importante reunión de negocios importantes -seguro que lo son porque la reunión es en Bilbao-, mientras charlan de sus cosas, que parecen ser importantes también.
- Las doce entradas para la final de la European Cup las tenéis seguras, ayer volví a hablar con el club y me lo han garantizado -dice Manu Majors Etxebarrieta, traje oscuro de chaqueta, corbata azul del Athlétic, pisacorbatas dorado del Athlétic, gemelos dorados del Athlétic-, pero haces bien en recordármelo porque nunca se sabe…
Galtzagorri, recién llegado de Donostia, se ajusta la chaqueta gris que se le va quedando pequeña cada día y la corbata de color indefinible que disimula un poco el cuello abierto de la camisa, se detiene y mira alrededor lanzando un suspiro.
- ¡Siempre he sido un enamorado de Bilbao! Y de Maite y de Gurutze y de Begoña y de…
- Calla, calla y no repases otra vez todas tus novias bilbainas que nos dan las diez -le corta Majors mientras le dirige hacia la puerta de un edificio de oficinas y despachos- ¿Qué pasa en Iparralde? ¿Qué nos cuentan los amigos del otro lado?
- Lo del Aviron es de depresión aguda y solo se aferran a la esperanza de que ganando el derby van a relanzar la temporada pero el cerebro del club emite muy pocas ondas de vida… y no se quiere pronunciar la palabra maldita.
- ¿La fusión?


- Claro. Por el lado de los del otro marco incomparable los ánimos están calmados por ahora, se ganan los partidos de casa en un estadio que parece enorme para los espectadores que van a pasar un rato, el equipo hace un poco de turismo en los partidos de fuera... y la palabra maldita se pronuncia en un cuchicheo.