viernes, 20 de octubre de 2017

HAKA GLOBETROTTERS

- No aprovechar la oportunidad de que los All Blacks tienen que venir a Oviedo para organizar una “pachanga” ¡Qué pena! -dice el Barón de la Florida que se ha puesto el mandil de Nueva Zelanda que le regaló su mujer para su cumpleaños y está cortando en rodajas los calamares-. Aunque hubieran mandado a los suplentes de los suplentes de los que pasaban por allí cerca para jugar con los leones, hubiera sido un gran momento para el mundillo del rugby de por aquí.
- Para estas cosas no hay dinero ni imaginación para conseguir patrocinadores -Galtzagorri, que se ha puesto el maillot con la plateada hoja de helecho, comenta mientras echa todas las farfalle de la caja en el agua hirviendo-, aunque estoy seguro que más de un comisionista profesional ya lo había pensado pero se habrán movido tarde.
- A mí me parece que el jurado no tiene ni idea de todas maneras porque si hay un equipo que juega con el límite del reglamento, para mí, son los All Blacks -Murray, que se ha puesto el maillot escocés, el viejo y raído maillot que tiene desde tiempo inmemorial, dice y repone líquidos refrescantes, al menos fríos, a los dos cocineros sudorosos-, y además sin ninguna necesidad porque pasan por encima de los demás sin problema alguno ¿Y lo del haka? Ya se pasan de show, ya se pasan. Pero un partidillo en España no hubiera estado nada mal.
- El medio es el mensaje. Esa imagen de los ogros buenos del rugby que reciben un premio en un país de sus antípodas tiene una repercusión positiva en el mundo entero para quienes lo reciben y para quienes lo dan -Galtzagorri está ya dorando los calamares con el vino blanco, la salsa de tomate y la guindilla- ¡Sólo les faltaba hacer giras mundiales jugando partidos de exhibición! Esa es una ocurrencia gloriosa. ¿Antes no había un equipo de basket, los Harlem Globetrotters, que llevaban el basket por plazas de toros y así?
El Marqués de Altamira, que estaba poniendo la mesa en silencio, bebe algo para engullir el último filete de jamón que ha “robado”, e interviene
- Aquellos se traían de tournée hasta un equipo sparring para completar el espectáculo y cada 40 años les dejaban ganar un partido, creo, y aún funcionan por ahí. Espero que el rugby espectáculo no pase más allá de estas ceremonias de pompa y circunstancia
de hoy.



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